Señor recibe en tus brazos amorosos a Diego, nuestro ex alumno, colega y amigo, llévalo a tu reino de ángeles resplandecientes y concédele la paz eterna.
Te recordaremos siempre, dejaste en nuestras vidas una gran luz encendida, no olvidaremos tu forma sencilla y cariñosa, tu amabilidad, tu compromiso por lo que hacías.
Has regresado a tu hogar, has vuelto a Dios, cuando se nos vaya el dolor por no verte, tu recuerdo nos traerá una sonrisa.
La comunidad Franciscana se adhiere al profundo dolor de la familia Uribe Gallardo por la pérdida de su hijo, hermano, sobrino, primo, y cuñado.
Diego Uribe Gallardo. Q.E.P.D